Estepona fue la Epona celta, la Salduba íbera y la Estebbuna árabe, según los últimos estudios, aunque sobre esto no hay consenso de los investigadores.
Sea como fuera, hoy se conoce como “El jardín de la costa del Sol” por la profusión de flores que adornan sus plazas y calles, ornadas por macetas multicolores, resaltando el tipismo andaluz.
Estepona está situada en la zona suroccidental de la provincia de Málaga e integrada en la comarca de la costa del sol occidental. Su término municipal se extiende a lo largo de 23 kilómetros de litoral y se adentra hacia el interior, abarcando un fértil valle surcado por arroyos y por Sierra Bermeja, verdadero pulmón de la ciudad, que en la actualidad se recupera del más terrible de los incendios de su historia.
Sus patronos son san Isidro y Nuestra señora del Carmen y ha sido cuna de importes personalidades de todos los ámbitos del saber. Es también la ciudad de la ruta de la poesía, engalanando sus calles y enclaves señeros con poemas de poetas clásicos y también de vates locales de la actualidad como Antonio Ríos, José María Guerrero o Miguel López Ramírez, y donde en la coqueta plaza de Manilva al calor de un establecimiento de vinos llamado “Take a wine” ha surgido un grupo poético de la mano de la poeta local Teresa Floro que se reúne cada miércoles a eso de las 20.30 horas en torno a la poesía, la mayor de las veces, pero también a la buena narrativa, el ensayo o los cuentos y leyendas.
Allí se reúnen un ramillete de interesantes autores como los esteponeros Mari Ángeles Castillo, Antonio Mena, Ana Paula Mena, Lorena Jiménez, Mari Luz Reyes, Ignacio Díaz, Justy, Salvador Gómez y los anteriormente mencionados, los manilveños Fernando Morales, Rogelio Martínez, Carmen Sánchez, Lola Loyzaga, Ahmed Ksiri, Ruth Álvarez, Francisco Rodríguez o Nieves Rojas, los algecireños Pepe Salguero y este que les habla o los que han venido de lejos, pero residen gran parte del año en Estepona como Amparo Roldán.
Además, Estepona es una ciudad de cine, gracias a la Semana Internacional del Cine fantástico y de terror, dirigida por Julio Peces y que tuvo en Paul Naschy a uno de sus grandes impulsores, es ciudad de museos, salas de exposiciones y bibliotecas como las del recién inaugurado Mirador del Carmen, imponente bastión dedicado a la cultura, o la de la Casa de las Tejerinas, coqueto espacio para presentaciones de libros y muestras de arte.
Es ciudad del deporte, de una gastronomía excelsa, del turismo de sol y playa y también cultural, de toros y de grandes eventos y congresos de toda índole. Estepona está de dulce y hay que conocerla, disfrutarla y difundir sus excelencias y maravillas, de las que seguiremos hablando más adelante.
